sábado, 6 de abril de 2013

La Tabla Esmeralda

La Tabla Esmeralda*

por Artemidoros



Representación del sentido de la tabla Esmeralda

Le presentamos aquí un testimonio de los antiguos, conocido con el nombre de Tabula Smaragdina, la Tabla Esmeralda.
 
Circulan muchas leyendas respecto a esta Tabla Esmeralda que quizás conozca bien. La Tabla a la que nos referimos aquí es una losa sepulcral cubierta de inscripciones que encierran la sabiduría transmitida por los antiguos.
 
La Tabla Esmeralda o Tabula Smaragdina
 
Esta sabiduría clásica fue grabada en la piedra. Bajo esta losa, se encontró el cuerpo intacto de Hermes Trismegistos.
 
Esta situación nos hace pensar inmediatamente en el templo funerario de Cristián Rosacruz. Una placa de bronce, también cubierta de fórmulas de la sabiduría universal, cerraba esta tumba bajo la que se encontró, en perfecta analogía con el relato concerniente a la Tabla Esmeralda, el cuerpo intacto de nuestro Padre y Hermano C.R.C., con gran solemnidad.
 
Modelo de la tumba de Christian Rosenkreutz *Rosacruz
Gracias al Museum of Lost Wonder
Así pues, Johannes Valentinus Andreae y los suyos no fueron innovadores al componer su Fama Fraternitatis. No podían serlo puesto que la llamada de la Fraternidad es siempre la misma a través de los siglos, y debe serlo, pues reitera en cada ocasión la sabiduría de la Gnosis Original.
 
Lo que nos impresiona del testimonio de los antiguos, en el que ahora nos detenemos, es que se trata de una Tabla Esmeralda.
 
Una esmeralda es una piedra preciosa de un verde extraordinario. Al igual que los metales, las piedras preciosas tienen la propiedad de captar, retener y reflejar las vibraciones y las radiaciones.
 
Cada piedra y cada metal están polarizados por una vibración particular. Cada metal y cada clase de piedra tienen una característica totalmente propia, una propiedad específica. Por ello en el ocultismo, por ejemplo, se aplica frecuentemente la ciencia de los metales, de las piedras y de los colores, para favorecer el efecto de ciertas radiaciones y para combatir a otras. También la Biblia menciona frecuentemente las piedras preciosas. Piense en la ciudad llamada la Nueva Jerusalén, en el Apocalipsis. Se dice que sus doce puertas están ornamentadas con piedras preciosas excepcionales, para hacernos comprender que todas las radiaciones saludables, luminosas y dispensadoras de fuerza, entran por estas doce puertas, de tal modo que la ciudad ya no tiene necesidad de la luz del Sol y de la Luna dialécticas.
 
El color, la fuerza, la radiación que designa la palabra esmeralda indican la base, el comienzo absoluto, el fundamento sin el cual nada puede ser emprendido.
 
Así la Tabula Smaragdina es el punto de partida de la filosofía hermética. Sin esta llave, es imposible comprender la sabiduría de la Gnosis original.
 
Este es el significado que atribuían los antiguos filósofos herméticos a la expresión Tabula Smaragdina.
 
Hermes Trismegistos

 
El texto de la Tabula Smaragdina
 
 
¡Es verdad! ¡Es cierto! ¡Es la verdad plena!
Lo que está abajo es igual a lo que está arriba,
y lo que está arriba es igual a lo que está abajo,
para que se cumplan los milagros del Único.
De la misma manera que todo fue engendrado del Único por un solo intermediario, de igual manera todo ha nacido del Único por transmisión.
Su Padre es el Sol, su Madre la Luna,
el Aire lo ha llevado en su seno,
la Tierra es su nodriza.
El Padre de todos los Talismanes del mundo es omnipresente.
Su Fuerza, cuando es utilizada en la Tierra, permanece inmaculada.
Separa, lleno de amor con gran comprensión y sabiduría, la tierra del fuego, lo sutil de lo que es duro, denso y sólido.
De la Tierra sube al cielo, después desciende de nuevo a la Tierra, tomando en ti mismo la Fuerza de lo alto y de lo bajo.
Así poseerás la gloria del mundo entero, de manera que todas las tinieblas se separarán de ti.
Ella es la Fortaleza más poderosa de todas las Fortalezas, pues triunfará sobre toda cosa sutil y penetrará toda cosa densa.
Así fue creado el mundo. De él, y de la misma manera, nacerán creaciones maravillosas.
Por eso se me ha dado el nombre de Hermes, el tres veces grande, porque poseo los tres aspectos de toda la sabiduría del mundo.
Lo que he dicho de la preparación del oro, la actividad del Sol espiritual, se ha cumplido.
 
 
La inscripción de la Tabla Esmeralda, la losa sepulcral bajo la que yace el cuerpo noble e intacto de Hermes Trismegistos, comienza con las palabras: « ¡Es verdad! ¡Es cierto! ¡Es la verdad plena!» Triple confirmación de las fórmulas de sabiduría que menciona la piedra sagrada.
 
Si consideramos superficialmente este comienzo, nos parece un poco redundante y totalmente en desacuerdo con una sensatez objetiva. ¿No podía contentarse el autor diciendo: «El contenido concuerda absolutamente con la verdad»? No, ¡no podía! Pues esta triple confirmación se refiere a una fórmula mágica de un contenido muy profundo.
 
El primer versículo dice que la verdad de la que testimonia la Tabla Esmeralda está plenamente confirmada por la experiencia en la personalidad y en el sistema microcósmico del candidato.
 
Cuando el hombre hermético dice: «Es verdad», quiere decir otra cosa totalmente diferente al hombre dialéctico. El hombre hermético sólo habla y testimonia de la verdad cuando ha recorrido el camino y ha experimentado los valores en cuestión. Usted puede tener fe y confianza en la precisión del testimonio de este hombre que se ha vuelto mago; y se dará cuenta que usted mismo, cuando a su vez haya recorrido el camino de la experiencia, dirá con la misma certeza exaltada: ¡Es verdad!
 
La verdad sólo tiene valor, sólo es verdad para usted, si la ha experimentado en sí mismo, si la vive directamente. ¿Qué le aportaría una verdad que no siguiera, que no viviera? La verdad en sí misma no libera a nadie sino que juzga; lo que quiere decir que un hombre que trata de recorrer un camino personal puede entrar en conflicto con la verdad. Pero cuando se esfuerza por aproximarse a ella, vivificarla y afirmarla por su propio comportamiento, se libera del juicio. Por ello está perfectamente justificado que el hombre del Antiguo Testamento la tema y tiemble ante sus juicios, mientras que el hombre del Nuevo Testamento, que la realizará, la amará por encima de todo.
 
La segunda afirmación: « ¡Es cierto!», significa que la verdad está en conformidad con la experiencia individual. No puede, como tal, ir más allá. En consecuencia, toda especulación filosófica nos aleja de la verdad.
 
Usted no ignora que la filosofía dialéctica es casi en su totalidad especulativa, tal como ha demostrado ya con tanta frecuencia la Escuela Espiritual. Por esa razón, existen tantos sistemas filosóficos que se contradicen mutuamente. Son a menudo la prueba de deducciones elevadas, de una necesidad infinita de la verdad, pero están muy, muy alejadas de la propia verdad.
 
La verdad de la que testimonia el hombre hermético, en primer lugar, ha sido experimentada; en segundo lugar, está desprovista de todo elemento especulativo; en tercer lugar, debe ser toda la verdad. Sólo cuando es toda la verdad, puede ser liberadora.
 
Depetrificación, Johfra
 
El hombre dialéctico común dice frecuentemente: «Lo que es verdad para usted no es, necesariamente, verdad para mí». En efecto, existen una infinidad de pretendidas verdades contradictorias que se atropellan para prevalecer en el mundo. Dicho de otra manera, con frecuencia el hombre natural, que lucha en su aislamiento, sigue un camino necesario y verdadero para él, pero absolutamente inútil e incluso perjudicial para otro. Mientras que, en sentido hermético, «la verdad plena» lo abarca todo, está destinada a toda la humanidad, es válida para todos y concierne a todos.
 
Por ello, desde las primeras líneas, la Tabula Smaragdina nos dice: no hablamos de una verdad válida para tal o cual individuo en un momento dado, como si fuese un episodio -quizás romántico- de la historia de su vida, sino de una verdad que debe ser experimentada, que de ninguna manera es especulativa, de una verdad plena y total, es decir destinada al conjunto de los hombres. La Tabula Smaragdina contiene esta triple, entera e inatacable verdad.
 
A continuación se puede leer en ella:
 
«Lo que está abajo es igual a lo que está arriba,
y lo que está arriba es igual a lo que está abajo,
para que se cumplan los milagros del Único.
De la misma manera que todo fue engendrado del Único por un solo intermediario, de igual manera todo ha nacido del Único por transmisión.»
 
Usted reconoce en estas sentencias el conocido axioma hermético: «Como es arriba, así es abajo». Es conveniente profundizar en ello pues, desde un punto de vista general, esta afirmación absoluta parece estar en desacuerdo con la realidad. En efecto, no es posible sostener que el verdadero Reino de la Luz, en su gloria y divinidad, se proyecta en el mundo dialéctico hasta el punto de que éste da prueba de él. Por el contrario, hay un inmenso conflicto entre el «arriba» de la Gnosis y el «abajo» de la naturaleza de la muerte.
 
Por ello, es indispensable aproximarse al axioma hermético de manera diferente a como lo hace el hombre dialéctico. Es sobre todo el ocultista quien hace falsas interpretaciones. Con la ayuda de la filosofía hermética trata de justificar su propio deseo egocéntrico. En efecto, estando orientado por completo hacia la realeza del yo, pretende seguir las vías de Dios igualando lo que está abajo con lo que está arriba, cosa imposible por naturaleza.
 
Partiendo de la certeza de encontrar en la Tabula Smaragdina la sabiduría perfecta, por este axioma hermético podemos determinar al instante que existe, precisamente en la manifestación universal, un gran conflicto: ¡El «abajo» no es como el «arriba»!
 
La fuerza de la Tabula Smaragdina nos coloca, de inmediato, ante el inmenso conflicto de la manifestación universal. No sólo para acentuar su gravedad, sino también para mostrar que el hombre y el mundo tienen la posibilidad de eliminarlo. Sí, deberán hacerlo. Este axioma hermético revela el importante mensaje de la Tabula Smaragdina.
 
En la manifestación universal, todo nació un día de la fuerza de Dios. Por ello esta manifestación, que ahora está sumida en la corrupción, puede -por la fuerza divina- desaparecer o elevarse de nuevo hasta encontrar su estado original. Así pues, por esta fuerza puede igualmente transfigurarse.
 
El axioma hermético encierra y presenta el gran misterio de la salvación en una fórmula científica, una tesis inatacable: Si usted se une a la fuerza maravillosa del espíritu de amor, a Poimandres, nombre que significa «pastor» o «guía del hombre», lo inferior no puede evitar volverse igual a lo superior.
 
 
La visión de Hermes, Johfra 1972
 
 
Por eso, la Tabula Smaragdina prosigue:
 
 
«Su Padre es el Sol, su Madre la Luna,
el Aire lo ha llevado en su seno,
la Tierra es su nodriza.
El Padre de todos los Talismanes del mundo es omnipresente.
Su Fuerza, cuando es utilizada en la Tierra, permanece inmaculada.»
 
Esta breve fórmula es maravillosamente clara. El autor dice: Preste atención, hay dos Padres, el Padre del reino natural y el Padre del campo espiritual. El reino natural debe provenir del campo espiritual y ser mantenido por él.
 
Pero puede ocurrir que un hombre viva puramente del reino natural (lo que es posible porque el reino natural es un campo perfectamente equipado), y se sumerja completamente en él; que así abandone al Padre del campo espiritual y le olvide. Tal es el caso de la humanidad dialéctica. Así se desarrolla un conflicto, pues en ese mismo instante «lo que está abajo» ya no es como «lo que está arriba». Se produce un endurecimiento del cuerpo racial, y otras cristalizaciones acompañan al mismo tiempo al hombre caído del campo espiritual.
 
Por eso debe acontecer una solución: una liberación. Esta posibilidad de liberación existe pues:
 
«El Padre de todos los Talismanes del mundo es omnipresente.
Su Fuerza, cuando es utilizada en la Tierra, permanece inmaculada.»
 
Si quiere utilizar esta Fuerza, escuche el consejo que le da la Tabula Smaragdina:
 
«Separa, lleno de amor con gran comprensión y sabiduría, la tierra del fuego, lo sutil de lo que es duro, denso y sólido. De la Tierra sube al cielo, después desciende de nuevo a la tierra, tomando en ti mismo la Fuerza de lo alto y de lo bajo. Así poseerás toda la gloria del mundo, de manera que todas las tinieblas se separarán de ti.»
 
Ataque, en la fuerza de la Gnosis, en la fuerza del aliento de amor de Dios, a todo su ser natural que está separado del Padre universal, del Espíritu.
 
Recorra el camino de la endura, el camino de la gran transformación, anunciado y enseñado durante tantos años por la Escuela Espiritual actual. Y ciertamente vencerá. Quien lo intenta realmente con la fortaleza más poderosa de todas las fortalezas, conseguirá un día la victoria. Entonces se realizará todo lo que la Gnosis ha anunciado sobre la preparación del oro, la actividad del Sol espiritual.
 
El Hijo de las Serpientes, Johfra
 
* tomado de La Gnosis Egipcia Original Tomo I. Jan van Rijckenborgh

1 comentario: