MELENCOLIA
grabado de ALBRECHT DURER (1471-1528)
por Artemidoros
"La Melancolía" está plena de símbolos alquímicos, astrológicos y masónicos (por supuesto, están íntimamente interrelacionadas estas tres vertientes del esoterismo occidental).
La presencia del reloj de arena nos evoca a Cronos (Saturno), y por ahí vamos a la melancolía saturnina que en este caso yo traduciría por "cansancio o desgaste en la larga espera". ¿La larga espera de qué? De los procesos que el alquimista (y también el cabalista, el masón y el rosacruz) que trabaja La Piedra quiere obtener como resultado (la Gran Obra, la Obra terminada, Tikkum Olam el mundo rectificado).
Pero hay otros símbolos también muy importantes que no entramos a pormenorizar en sentido y significado, porque para muchos ya son evidentes y porque están examinados y descrita su simbología en muchos sitios web: el compás; un libro; el martillo; los clavos; la regla; lo que parece ser un cepillo y otros implementos de carpintería; la espada aserrada; una pinza; la rueda o círculo; la escalera alquímica de Jacob; el perro (la naturaleza inferior pero también la fidelidad y la constancia); la balanza para que el justo que se menciona en el Antiguo Testamento transite por el Camino Recto o para pesar su corazón frente a Maat; la campana para estar alertas y que no nos pase lo que a las vírgenes necias; en la pared está grabado el cuadrado mágico de Júpiter y Jesed, que suma 34 (3+4 = 7, número del pensamiento, la espiritualidad, la conciencia, la sabiduría) por cualquier lado o dirección; el Fuego de la hornilla para quemar las pasiones y mantener la actividad espiritual direccionada; el Agua del mar de las emociones; el Sol Espiritual que domina el Aire mental; el arco iris, símbolo de la alianza; el piso o Tierra de los logros concretos.
Paso por alto algunos otros elementos, como el pequeño angelito, las alas del ángel melancólico y su corona de hojas de olivo, todo apuntando a los vuelos de la mente del buscador.
Pero sí hay que destacar la presencia de los dos sólidos perfectos, la Esfera y el Dodecaedro, simbolizando el mundo espiritual al que aspira quien recorre el Sendero.
Sobre la esfera, que es generada por la rotación del círculo sobre un eje:
Del latín circulus que significa cerco y también redondo. El círculo, al no tener principio ni fin, es un símbolo de lo eterno y de lo absoluto, por ende, de Dios, de hecho, la cúpula redonda representa el hogar de Dios. Si aparece en el centro un punto, representa entonces el Ojo abierto de Dios cuyo propósito es la revelación; aunque también puede simbolizar un hijo sobreviviente, la vida interior. Del círculo se deriva también la rueda solar, de la que ya hemos hablado anteriormente; pero cabe señalar que también puede ser utilizado para representar a la luna, medio círculo, y en este caso simboliza la imperfección.
[La Esfera] tiene el mismo simbolismo que el círculo, lo es en el orden de los volúmenes. Da el relieve, la tercera dimensión a las significaciones del círculo y corresponde mejor a la experiencia percibida. En arquitectura aparece en la forma del cuadrilátero coronado por la esfera; generalmente se reduce a la semiesfera o al cuarto de esfera.
El dodecaedro es importantísimo en la escena, porque además representa la Piedra y la Obra. Sobre dicho sólido, cito:
La historia del Dodecaedro, poliedro regular con sus 12 caras pentagonales, se inicia con Pitágoras y Platón, quienes lo presentaron como cuerpos sólidos junto con otros 4 poliedros regulares como el icosaedro con 20 caras triangulares, el cubo con 6 caras cuadradas el tetraedro con 4 caras triangulares y el octaedro con 8 caras triangulares. Estos cinco poliedros regulares son los únicos que pueden inscribirse dentro de una esfera.
Los griegos, nos dice Serge Raynaud de la Ferriere, podían explicar con ellos todo el significado del Universo. El icosaedro representa al agua, el dodecaedro al éter, el cubo a la tierra, el tetraedro al fuego y el octaedro al aire. Kepler, sobre la base de estos cuerpos sólidos trató de buscar la música de las esferas considerando las distancias de las órbitas planetarias.
Por otra parte:
La genialidad de Pitágoras lo llevó a descubrir leyes universales basado, al igual que lo hiciera posteriormente Newton, en la analogía, la intuición y la regularidad de los acontecimientos de la naturaleza. Pitágoras conoció en Egipto los sólidos regulares: tetraedro, hexaedro, octaedro e icosaedro. Cuatro sólidos que tienen sus caras iguales. El tetraedro, octaedro e icosaedro están formados por triángulos, figura geométrica de tres lados. El hexaedro o cubo está formado por cuadrados. La búsqueda de nuevas figuras sólidas fue tema de esfuerzos por parte de los matemáticos de la época.
Ante la dificultad de encontrar nuevos sólidos, se pensó que eran los únicos, dada la coincidencia entre el número de sólidos y los cuatros elementos constitutivos del universo: tierra, agua, aire y fuego. A cada sólido se le asoció un elemento. Fueron los Pitagóricos quienes descubrieron un quinto sólido. El dodecaedro, figura sólida de doce caras pentagonales, desde donde se podía generar la estrella de cinco puntas mediante la unión alternada de sus vértices. Este descubrimiento, como veremos, fue el que llevó a los pitagóricos a considerar la integración del universo. Igual generalización hizo a partir de la música.
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