EL ERMITAÑO*
Por Artemidoros
Después de largos vagabundeos sobre un desierto arenoso, sin agua
donde solamente vivían las serpientes, me encontré con el Ermitaño.
Se envolvía en un largo manto, una capucha cubría su cabeza.
Sostenía un bastón largo en una mano y en la otra una lámpara encendida, aunque
estaba a plena luz de día y el sol brillaba.
"La lámpara de Hermes Trismegisto", dijo la voz,
"esta es el conocimiento más alto, ese conocimiento interno que ilumina de
una nueva manera igual a lo que aparece para ser conocido ya claramente. Esta
lámpara se enciende sobre el pasado, el presente y el futuro para el Ermitaño,
y abre las almas de la gente y las más íntimas
hendiduras de sus corazones."
"El manto de Apolonio es la facultad del hombre sabio por la
cual él se aísla, aún en medio de una
ruidosa muchedumbre; es su habilidad interna para ocultar sus misterios,
igualmente expresa su capacidad para el silencio y su poder de acción en calma.
La lámpara, el manto y el bastón son los tres símbolos de la
iniciación. Son necesarios para dirigir almas más allá de la tentación de los
fuegos ilusorios por los costados del camino, de modo que puedan ir
directamente a la más elevada meta. Él que recibe estos tres símbolos o aspira
a obtenerlos, "se esfuerza en enriquecerse con todo lo que él pueda
adquirir, no para sí mismo, sino, como Dios, para deleitarse en el goce de dar
".
"La virtud de dar es la base de la vida de un iniciado.
"La iniciación une la mente humana con la mente más alta a
través de una cadena de analogías. Esta cadena es la escala que conduce al
cielo, la que soñó el patriarca".
* Ouspensky P.D. EL SIMBOLISMO DEL TAROT. FILOSOFÍA DE OCULTISMO EN FIGURAS Y NÚMEROS. Traducido al inglés por A. L. Pogossky. Trood Print. and Pub. Co., St. Petersburg, Russia [1913]
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